
¡AQUÍ ESTOY SEÑOR!
Cierta tarde dos discípulos de Juan Bautista salieron a pasear. Era el tercer día de la semana. Andaban intrigados, porque Juan, su maestro. Les había hablado de un tal Jesús, “el Cordero de Dios”, de quien “no era digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias”. Por eso susurraban cabizbajos y desconcertados: ¿Será verdad lo que pregona nuestro profeta, Juan?
De repente, en su andar azaroso, se encontraron con un hombre de talante pensativo y un tanto extraño. Y sin reparos, le preguntaron: ¿Eres tú Jesús de Nazaret? El hombre extraño, les respondió escuetamente: “Si, Yo Soy”. Los discípulos de Juan, ante la brevedad de su respuesta, le insistieron curiosos: “¿Dónde vives?” Y el hombre extraño les...