sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Felicidad y Amor en el 2012!


Al descontar las horas finales de este 2011 y esperar con ansías el inicio del 2012, la Comunidad Pasionista de Venezuela les desea que este nuevo año venga cargado de bendiciones, salud y felicidad para todos.  Hacemos votos porque este 2012 sea un tiempo de justicia, igualdad, paz, unión y solidaridad con los más pequeños y desamparados.  Permite que Dios, hecho Niño en un humilde pesebre, nazca y more en tu corazón, para que así renueve y transforme tu vida, convirtiéndote en testimonio vivo de su amor para con el mundo.  ¡FELIZ AÑO 2012!

¡Feliz Navidad 2011!


Nuestros más sinceros deseos en esta Navidad se unen a nuestras oraciones a nuestro Buen Padre Dios para que, al nacer en sus corazones, los colme de bendiciones, paz, amor, prosperidad, salud, felicidad y ternura para que, como cristianos, sean memoria viva de la Pasión de su Hijo en el mundo.  De parte de la Comunidad Pasionista en Venezuela: ¡FELIZ NAVIDAD 2012!

lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Conoces el significado del ESCUDO PASIONISTA?



Échale un vistazo a este video y conoce más acerca del símbolo que nos identifica universalmente.

domingo, 18 de diciembre de 2011

En la última semana de Adviento: ¡PREPARA TU CASA!


A estas alturas del adviento, nos damos cuenta que la casa del mejor cedro para Dios es el vientre de una mujer llamada María, humilde esclava del amor. En la alcoba de su corazón, encuentra su mejor lugar de revelación.

David sueña para Dios un palacio maravilloso. El Dios de Israel merece el mejor templo del mundo. Pero Dios no le da gusto a David. Él tiene su camino secreto. Los templos de piedra, no son su morada. Su morada es el corazón de la persona.

Por eso en la plenitud de los tiempos, Dios baja los ojos sobre Israel, y escoge su propia casa; la que él mismo había soñado y preparado. Casa humilde, sencilla y desconocida por el mismo pueblo. Una casita llamada María.

Un día, no sabemos la hora, llega un Desconocido a esa Casa, toca la puerta y saluda a la dueña con palabras de romance enamorado. María escucha, se siente interpelada, discierne primero en diálogo y luego en silencio. En sus manos está la llave del sí o del no a la invitación del ángel Gabriel. Después de un tiempo prudente y necesario responde: "Yo soy la Casa. Pero yo no soy la dueña de mi casa. El dueño es Él. Que se cumpla en mí su palabra".

Y en el aposento humilde de su vientre, Dios se hace hombre. En el seno de esa casa, el Adviento se convierte en un Niño cuyo nombre será Jesús,. Él será la vida, la esperanza, la liberación de los pueblos. Él será la alegría de los tristes y la esperanza de los desahuciados; la paz y la reconciliación de los pueblos.

¿Cómo preparas tu casa para la Navidad? ¿Cómo piensas adornarla? No tardes. Prepara tu casa para el Señor. 



Antonio Gracia, pasionista.
Tomado de: "El Domingo, día del Señor"  
Domingo IV de Adviento (18 de diciembre de 2011). 
Edit. San Pablo. Caracas, Venezuela.

domingo, 11 de diciembre de 2011

En el III Domingo de Adviento: ¡VIVE CON ALEGRÍA!


Cuando se anuncia la llegada de un personaje importante, se engalana el campo de aviación, se organizan cabalgatas, se adorna el hotel donde va a habitar. Alguien importante viene. Vamos a acomodarle su hábitat para que se sienta en su casa, acogido, amado y aplaudido.

La alegría del que viene a la casa del pueblo se llama Jesús. La voz del profeta, desbordado de gozo, se encarna en Juan que grita en diversos momentos:

“Allanen el camino: El que viene existía antes que yo. Y yo no soy digno de desatarle la correa de las sandalias”.

Juan no pide árboles con bolitas de luz, ni franelas nuevas para adecentar cuerpos viejos. Él insiste, desde hace varios días, sobre un cambio de corazón: un adecentamiento interior, una limpieza de la casa del corazón.

Lo externo, no tiene relevancia para Juan. Lo importante de la acogida, no es la fachada, sino el interior. Más aún. Si el micrófono de Isaías y de Juan, se lo pasamos a Pablo, escucharemos su pregón que grita:

“Estén alegres. Oren. Den gracias. Guárdense de la maldad. Y vivan el don de la paz de Dios que los ha consagrado en su hijo”.

La alegría del que ya llega, nos impulsa a realizar el esfuerzo necesario para prepararle la casa. Se lo merece. El que ya llega es Dios-Con-Nosotros por muy niño que parezca. ¿Qué sentimiento despierta en ti la navidad? ¿La esperas con alegría interior?


Canta con la humilde María de Nazaret: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador” y vive con alegría la llegada del Señor.



Antonio Gracia, pasionista.
Tomado de: "El Domingo, día del Señor"  
Domingo II de Adviento (04 de diciembre de 2011). 
Edit. San Pablo. Caracas, Venezuela.
 

viernes, 9 de diciembre de 2011

Entrevista con el chamo Gabriel

Pocas veces se tiene la suerte de charlar con personajes tan atrayentes entre nosotros los pasionistas como la hemos tenido hoy, de concertar una entrevista en línea directa desde el cielo con San Gabriel. Muchos jóvenes estarían encantadísimos de preguntarle un montón de cosas sobre su vida cuando estuvo por aquí en la tierra. Hoy lo tenemos en el aire y aprovecharemos para conocer sus secretos de santidad joven, dejemos que él personalmente nos ofrezca estas y otras aclaraciones.

Hola, Gabriel, de verdad que es un privilegio tenerte hoy con nosotros en esta charla a cielo abierto. Para empezar ¿cómo prefieres que te llamemos Gabriel o Paco Possenti?

Buenas, un saludo a todos los chicos y chicas apasionados por Cristo, también es un placer para mi estar con ustedes. Sobre mi nombre recuerdo que mi madre al bautizarme dijo “Se llamará Francisco, como su abuelo paterno”, y desde entonces me llaman como a todos los francisco “Cecchino” (en italiano) o Paquito, pero como ya estoy grandecito prefiero que me digan Paco. Ese es mi nombre mundano, pero los pasionistas al igual que Jesús cambió el nombre de sus discípulos, también adquirimos un nuevo nombre una vez que profesamos los votos, como señal de un nuevo nacimiento, de “morir” a la vida mundana y estrenar una nueva, dejar atrás las vanidades y la superficialidad para dar paso a un encuentro en profundidad con Dios.

¿Y por qué Gabriel de la Dolorosa y no otro?
Porque es lo más próximo que encontré hacia la virgen María, quien se convirtió en mi nueva mamá cuando quedé huérfano a los cuatro años.

Por otra parte, recuerda que fue el Arcángel Gabriel quien anunció a María de Nazaret que sería Madre del Salvador; y agregué la advocación “de la dolorosa” porque como María quería vivir constantemente asociado a la Pasión de Jesús.

Paco, el día que te hicieron santo el Papa Pío XII te calificó como el “santo de la sonrisa”, ¿eso por qué?

¿Alguna vez has oído que “un santo triste es un triste santo”? La gente piensa que ingresar a la vida religiosa supone renunciar a la alegría, ¡nada más distante de la verdad! Recuerdo que cuando ingresé al convento pasionista la exclamación de la gente fue: “¿El bailarín… pasionista?”, pero no sabían que hacía el mejor canje de mi vida. Cambié mis diversiones pasajeras por un gozo pleno y permanente.

Por eso desde el convento escribía a mi hermano Miguel: “…He experimentado las diversiones y pasatiempos e ofrece el mundo y te digo con sinceridad: una palabra dirigida con amor a Jesús y María sacia más el corazón que todas las promesas del mundo”. Además, También dicen por ahí que la sonrisa es el termómetro del corazón, el mío sumergido en Dios siempre estuvo a tope, así que era natural que se me notara en el rostro. 
Como bailarín joven y guapo debiste ser muy perseguido por las chicas… ¿qué nos cuentas de eso?
Eso mejor léanlo en los libros, jajaja…
Me gustaban mucho las actividades culturales, era bailarín, hacía teatro y normalmente era elegido para las representaciones académicas, y claro, en esos ambientes había muchas chicas guapas y no tan guapas. Me divertía mucho con mis amigos y amigas, siempre fui muy sociable y cuando a las chicas se les trata con cortesía y delicadeza no dejas de ser un buen partido para ellas, jajaja…

De todas tus admiradoras ¿con cuál te quedarías?
Mmmrrrr! (aclara su garganta y ríe), una pregunta muy comprometedora…

Pero si tengo que elegir sin duda preferiría a María Pennacchietti, teníamos mucho en común y entre ella y yo surgió una particular simpatía, de hecho si Dios no hubiera salido a mi encuentro la cosa hubiera ido más lejos, jajaja…

Y a pesar de ese sentimiento ¿cómo sabías que tenías vocación religiosa?
Mi vocación no fue una idea loca de última hora, esta idea me rodeaba desde hacía años y yo siempre quise sofocarla como quien intenta quitarse un fastidioso mosquito de encima, ¿Cómo abandonar yo a mi familia, mis amigos, mis diversiones, el teatro, el baile, mi simpatía por María, etc…? ¿Por qué iba a ser yo, precisamente yo?, pero la idea como una piedrita en el zapato que no deja caminar a gusto persistió contra viento y marea.

Dada mi lucha interior y desasosiego, consulté mi posible vocación con el jesuita Tedeschini, mi profesor, quien por escrito respondió a mis ansias de luz.

En su carta empezaba dándome la “paz que no puede dar el mundo”.

Y proseguía así:

“… esta paz no podrás disfrutarla entre alegrías y disipaciones del mundo, porque no es paz que puedan dar los hombres, sino el recogimiento de la vida retirada y devota…
“…esa es la pista de la paz de Jesús. En medio de esa paz se te manifestará la voluntad divina.”


A partir de aquel momento decidí tomar cartas en el asunto.

¿Es verdad que tu padre te sometió a un de prueba?
Si, a mi padre le costó convencerse de la seriedad de mi decisión, su amor de padre le hacía resistirse a los planes de Dios a tal punto de que el mismo día de mi partida, recuerdo que fue el 6 de septiembre me preparó un encuentro para la tarde con María Pennacchietti. Quién sabe si, después de todo, con los sentimientos del corazón y el ritmo del baile no se llegue al compromiso, esa era la estrategia y la esperanza de mi padre en aquella sutil tentación de última hora, pero mi vocación no era hoja que el viento pudiera arrastrar, encontré el modo de excusarme y no asistí al encuentro, ese mismo día marché muy temprano al convento de los pasionistas, mi padre no se dio por vencido, encomendó su última tentativa a mis tíos Juan Bautista (sacerdote) y Cesare Acquacotta (canónigo) a quienes aparte de acompañarme al convento encomendó la tarea de disuadirme de mi decisión , pero fue inútil, ni un año de espera, ni todas las pruebas que este trajo consigo me disuadieron, al final mi Padre se dio cuenta que como Jacob no pudo luchar contra Dios y vencer (Gen 32, 29) .

Y ¿Cómo se entiende que habiendo estudiado con los jesuitas, teniendo un hermano religioso dominico (Luis), y un sacerdote secular (Enrique), te hicieras pasionista?
Jajaja! Así de desconcertante es Dios, sus caminos no brillan precisamente por su clarividencia, pero siempre da pistas para interpretar. Contaba yo con 15 años cuando estudiaba con los Jesuitas y entre los libros que pasaron en mis manos no por casualidad estuvo el de Pablo de la Cruz, fundador de los pasionistas, cuya beatificación había sido reciente, recuerdo que su estilo de vida basada en soledad, penitencia y oración suscitaba una particular admiración en mi, al igual que la idea central de su carisma: la pasión de Jesús. Un estilo de vida que contrastaba demasiado con la frivolidad de la mía. Por entonces, mis años de estudio discurrieron sin más pretensiones que brillar en los estudios y en mi vida social, pero en el fondo eso se me revelaba como algo vacío y superficial, yo aspiraba a más, sentía que las diversiones y pasatiempos no lograban llenar mi espíritu inquieto. La vanidad y la hipocresía de las relaciones sociales no eran la mejor terapia para curar mis insatisfacciones. ¿Qué hacer? ¡Algo había que cambiar! ¿Qué? ¡Mi rumbo! ¿Hacia dónde? ¡Había un ideal exigente y muy preciso! ¿Dónde? Y aquí fue cuando mi intención derivó hacia una determinada dirección y la biografía de los pasionistas fue una de las pistas de Dios que encausaron mis ciegas inquietudes.

Paco, sabemos que tu tiempo allá arriba no tiene límites, pero el nuestro sí. Así que ya para terminar ¿Qué le dirías hoy a los jóvenes de esta generación?
Bueno, después de haber recorrido el apasionante camino de la vocación pasionista montado en el brioso corcel de la juventud, creo que les puedo pasar un dato de amigos, y se los digo de tú a tú:

¡Chamo (a)! Vive la aventura de tu vocación, tú eres el artista de tu vida. Dios te da el pincel de la vocación. Yo elegí el pincel del carisma pasionista ¿Qué cuál eliges?, esa es una tarea que sólo puede resolver tú y Dios. El resto depende de ti:

De tu generosidad, tu capacidad de riesgo y de tu entrega al servicio de los demás. No permitas que lo que puede ser una obra de arte se quede en un vulgar cuadro de aficionado.

Ahí les dejo eso, Hasta pronto…  

Roberto Mogollón,cp.


Celebrando la memoria del Beato Bernardo María de Jesús


"Dios nos ha llamado a ser pasionistas, debiendo por lo mismo, intentar nosotros con gran esmero llegar a ser verdaderos devotos de la Pasión del Señor, íntimos compañeros de Jesús Crucificado, sinceros y verdaderos amantes del Crucifijo"

Beato Bernardo María de Jesús
(De su Tratado espiritual para uso de los Novicios pasionistas)

Hoy, 9 de Diciembre de 2011, los Pasionistas celebramos la memoria del Beato Bernardo María de Jesús. 

César Pedro Silvestrelli nace en un bello palacio gentilicio de Roma el 7 de noviembre de 1831. El padre Juan Tomás es un noble rico de Toscaza; la madre, Teresa Gozzani, pertenece a los marqueses de San Giorgio del Casale Monferrato (AL). Los Silvestrelli tenían una capilla familiar y un maestro eclesiástico para la asistencia en la formación escolar y cristiana de los hijos. Cesar tiene un aspecto agradable, es inteligente, culto, emprendedor, sabe tratar con todos. Frecuenta con éxito la escuela del Colegio Romano de los Jesuitas. Cuida mucho su preparación religiosa bajo la guía del maestro eclesiástico. Probablemente sigue con interés la vida política; el hermano Luis será diputado en el Parlamento. Está dotado de muchas cualidades naturales que pondrá al servicio de Dios en la Congregación Pasionista.

Un alto imprevisto en el convento pasionista de San Eutizio (VT) después de una jornada de cacería lo pone en contacto con la vida pasionista. Poco después, a los 23 años, hace la experiencia de un mes en el convento pasionista de los Santos Juan y Pablo en Roma. Al partir regala un crucifijo de marfil a cada uno de sus familiares. Como respuesta a la sorpresa de estos él explica: “Nunca se puede saber qué pasará”. Pero él ya sabe que no regresará más a su casa: irá directamente al noviciado pasionista sobre el Monte Argentario. Pero después de un mes debe interrumpir el noviciado por motivos de salud. Con todo no abandona el convento e inicia los estudios de teología en preparación al sacerdocio.

El 22 de diciembre de 1855 es ordenado sacerdote. Repuesto en su salud, renueva la petición de ser pasionista y es nuevamente acogido y enviado al noviciado de Morrovalle (MC). Aquí toma el hábito y el nombre de Bernardo María de Jesús. Pronto llegará también al noviciado de Morrovale Francisco Possenti, Gabriel de la Dolorosa y nacerá una bella y santa amistad. Al primer impacto Bernardo, que entiende las cosas del mundo exclama: “¿Lo logrará este lechuguino? ” refinamiento exagerado, quizás si, pero la elegancia no es un pecado. Pero enseguida deberá decir de él: “Este lechuguino pasará primero que los demás”. Ambos tienen la fortuna de tener la dirección espiritual del ven. P. Norberto Cassinelli.

En abril de 1856 emite la profesión religiosa e inicia su larga militancia en la congregación pasionista. Dan frutos su cultura y santidad como profesor, director de estudiantes de teología y maestro de novicios. Por su capacidad de gobierno es elegido superior y consultor provincial y por 25 años llevará la carga de Superior General. El General es el superior de toda la Congregación Pasionista a nivel mundial. Por humildad trata de rechazar, de retirarse; a cada reelección se declara incapaz de gobernar la congregación; pero los co-hermanos ven en él un perfecto superior, exigente y paternal, unido a las sanas tradiciones y abierto a nuevas instancias enseñando más con el ejemplo que con palabras y lo reeligen siempre en el primer escrutinio. En 1893, para evitar la reelección, no participa en el capítulo general; pero mientras se da a la fuga, se le aparece San Gabriel de la Dolorosa quien le ordena regresar al capítulo. El P. Bernardo no pudiendo huir a la voluntad de Dios, regresa y se entrega por completo con infatigable empeño.

Bajo su gobierno la congregación toma nuevo impulso y se expande ya sea en Italia como en el exterior. Al momento de su muerte el número de religiosos, de las casas y de las provincias se cuenta al doble. Abre nuevos conventos en Italia y en varias naciones de Europa y de América. Pone mucho cuidado en la formación intelectual y espiritual de los religiosos; funda el seminario menor y abre un estudiantado internacional en Roma para los jóvenes pasionistas.

Robándole tiempo al sueño, escribe libros maravillosos, verdaderas joyas de ascética y de historia de los primeros tiempos pasionistas para conservar en la posteridad el genuino espíritu del fundador y los mejores ejemplos y modelos de la vida pasionista. Desea que no se pierda tanta riqueza y santidad. Escribe para animar a los co-hermanos, para formar conciencia religiosa y pasionista. Envía cartas pastorales, dialoga con todos, visita comunidades tanto dentro como fuera de Italia, estimula a cada uno a ser fiel al carisma pasionista. Y está su propio ejemplo. Irreprensible en todo tanto que lo llaman “La primera regla viviente” y es saludado como “segundo fundador”.


Fuente: Web site de los Pasionistas de la Provincia "Sagrada Familia"


jueves, 8 de diciembre de 2011

Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María


Hoy, 8 de Diciembre de 2011, celebramos el día de la Inmaculada Concepción y felicitamos a todos nuestros hermanos de la Comunidad Pasionista de Maracay y de la Parroquia La Inmaculada, en su fiesta.


«Purísima había de ser»

Iniciado ya el tiempo del adviento, celebramos hoy la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, dogma definido por el papa Pío IX en 1854. La Iglesia festeja hoy a Cristo y a la Madre que fue liberada del pecado en previsión del Hijo; ella es la novia adornada con el traje más hermoso y las joyas más preciosas; ella es la «llena de juventud y de limpia hermosura».

Como no podría ser de otra manera, el relato evangélico nos sitúa en la intimidad del hogar de Nazaret donde la joven desposada con José recibe la visita sorprendente del ángel; desde el «hágase» de María, el destino de la humanidad comienza un nuevo camino, pues ella posibilitó la acción de Dios encarnado.

Dios, en su designo de amor sobre cada uno de nosotros, «nos ha elegido desde antes de la creación del mundo» y «nos ha destinado a ser sus hijos» (segunda lectura de la solemnidad de la Inmaculada); pues bien, esa predilección por sus criaturas, por excelencia se ha cumplido en María liberándola del pecado para preparar el nacimiento de Cristo: «Porque preservaste a la Virgen María de toda mancha de pecado original, para que en la plenitud de la gracia fuese digna madre de tu Hijo» (prefacio de la Eucaristía de la solemnidad).

Un elemento recurrente en las lecturas y en las oraciones de hoy es la lógica existente entre el pecado y la gracia de Dios. María no sólo fue la beneficiaria de un privilegio especial de Dios, sino que ella es «comienzo y madre de la Iglesia» y «ejemplo de santidad» (prefacio) y por eso todos los seguidores de su Hijo estamos destinados a vencer el pecado. Por esta razón pedimos la ayuda de Dios: «así como a ella… guárdanos también a nosotros limpios de todo pecado» (oración sobre las ofrendas de la Eucaristía de la solemnidad), «para llegar a tí limpios de todas nuestras culpas» (oración colecta). Para ello, la Iglesia pide la intercesión de quien es la «abogada de gracia» (prefacio) y celebra cotidianamente la actualización del sacrificio de Cristo y banquete de vida eterna, que nos ayuda a luchar contra los efectos del pecado del que fue preservada la Virgen María.

En toda celebración de la Iglesia, Cristo es siempre el festejado. En el contexto del adviento, la presencia de María nos invita a esperar y preparar su venida de su Hija como ella lo hizo. Al mismo tiempo, esta fiesta de la Inmaculada es una llamada a la santidad de vida que sólo podemos encontrar en Cristo como lo hizo ella: «el pecado, que como torrente arrastra a la humanidad, se detiene ante el Redentor y su fiel colaboradora. Con una diferencia sustancial: Cristo es totalmente santo en virtud de la gracia que en su humanidad brota de la persona divina; y María es totalmente santa en virtud de la gracia recibida por los méritos del Salvador» (Juan Pablo II, Audiencia del 29-V-96).

Tomado de: http://actuosa-participatio.blogspot.com/2010/12/solemnidad-de-la-inmaculada-concepcion.html

domingo, 4 de diciembre de 2011

2º Domingo de adviento: ¡Abre caminos!


A Dios le duele la muerte violenta, le oprime la esclavitud, y le aterra la cárcel. Dios detesta las mil sinrazones que el hombre elabora para su propia explotación. Una tierra herida de muerte es el fracaso de su corazón. La consolación del Señor es liberación y "su gloria, el hombre lleno de vida".
En labios de Isaías este es su grito sobre un pueblo desterrado y destruido:

"Consuelen a mi pueblo; hablen a su corazón. Se acabó la condena ..., preparen un camino al Señor".

Entre ciclones, maremotos, vaguadas; entre alarmas de guerra, de secuestros y de ajusticiamientos, su voz sigue gritando: "Consuelen a mi pueblo".
Pero la obra de sus manos se realiza a través de nuestras manos. Por eso Juan proclama en el desierto:
 
"Preparen el camino, allanen el sendero. Ya llega el Señor. Conviértanse". 

La venida de Jesús, la de ayer, la de hoy y la de mañana, requiere una actitud de conversión de corazón. Al Señor no se le puede recibir de cualquier manera. A la salvación de Dios hay que abrirle camino. 

Por eso, Pedro nos alerta con advertencia muy clara: "Cuiden el tiempo. Él cumple su promesa. Viene inesperadamente.  Lleven una vida santa, Dios sueña con un cielo nuevo y una tierra nueva donde habite su justicia".

Adviento es camino de gracia. Cuidar el tiempo es hacer posible que el Reino de la salvación proclamada en la Palabra, se haga reaidad en tu corazón.

¿Cómo estás caminando el Adviento? ¿Las lecturas te ayudan a tomar conciencia del momento que vives? Se valiente. Abre caminos a la venida del Señor.


Antonio Gracia, pasionista.
Tomado de: "El Domingo, día del Señor"  
Domingo II de Adviento (04 de diciembre de 2011). 
Edit. San Pablo. Caracas, Venezuela. 

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